10 tipos de emprendedor según mi experiencia (y lo que puedes aprender de cada uno)
Después de más de 10 años trabajando como freelance y en el mundo del emprendimiento, he notado ciertos patrones en los emprendedores que me rodean. Por eso, he decidido crear mi propia clasificación, basada en experiencias reales. No es académica, pero te aseguro que te será más útil que muchas otras que puedes encontrar.

Emprender no es para todos. No lo digo por ser fatalista, sino porque he vivido en carne propia lo que implica iniciar tu propio negocio. A diferencia de trabajar por cuenta ajena, donde tienes cierta estabilidad, un salario fijo y un entorno más predecible, ser emprendedor significa navegar por aguas turbulentas donde el horizonte no siempre está claro.
A lo largo de mi trayectoria (la puedes ver en la home de esta web), he visto los diferentes tipos de riesgos que afectan a un emprendedor, que si no se gestionan adecuadamente, pueden acabar con tu proyecto antes de lo esperado.
En este post voy a hablarte de esos riesgos, no desde la teoría, sino desde mi propia experiencia, para que te ayuden a tomar decisiones más conscientes en tu camino como emprendedor.
1
El que tiene mucha marca personal
Este tipo de emprendedor tiene algo que vale oro: su marca personal. La ha trabajado tanto que, cuando saca un producto, la gente lo compra solo porque viene con su nombre. Si has leído antes mi blog, sabes que hemos hablado mucho sobre la importancia de la marca personal.
Conozco personas que han llegado a un punto donde, literalmente, podrían venderte un bolígrafo y lo comprarías porque es de ellos. Su mayor activo es su reputación, y eso es algo que no se construye de la noche a la mañana. Trabajan incansablemente para que su nombre sea sinónimo de calidad y confianza. Seguro que tienes a alguien en mente que cumple con estas características.

2
El vendehumos
A este lo has visto más de una vez. Y no, no me refiero al síndrome del impostor. El vendehumos es aquel que no tiene ni idea de lo que está hablando, pero insiste en que es un gran experto.
Suele estar muy activo en redes sociales (y últimamente muy mazado), y no para de venderte la fórmula mágica para el éxito. El problema es que su éxito es efímero, porque tarde o temprano sus clientes se dan cuenta de que no entrega lo que promete. Este es el tipo de emprendedor que, lamentablemente, da mala fama a muchos otros que sí están haciendo las cosas bien. Si te interesa conocerlo un poco mejor, dejo este video que publicó Tamayo en 2021 diseccionando el tema vendehumos.

3
El programador
El programador-emprendedor es un perfil fascinante. Suele ser alguien con grandes habilidades técnicas que está constantemente probando y creando. De la nada te saca un SaaS o una app que, al principio, parece un experimento, pero que acaba funcionando.
Este tipo de emprendedor digital tiene una gran capacidad para entender la tecnología y sacarle provecho. Muchos de los productos que usamos a diario han salido de la mente inquieta de un programador que decidió emprender.

4
El buscavidas
Aquí tenemos a una persona con olfato para los negocios. No importa lo que haga, siempre encuentra la forma de sacarle provecho a una situación. Un buen ejemplo de este tipo es el emprendedor que se mete en el negocio de rank and rent (webs que generan leads y luego los venden), aunque también existen mogollón de ejemplos en la vida «analógica».
Son personas rápidas, astutas, y con una capacidad increíble para adaptarse a cualquier entorno. No suelen tener grandes habilidades técnicas, pero compensan con creatividad y tenacidad.

5
El caradura
Este es uno de los perfiles más peligrosos. A diferencia del vendehumos, el caradura no te vende humo, te vende con el dinero de los demás. Suele montar sus proyectos utilizando el capital de terceros, pero muchas veces sin intención de devolverlo. (Bueno, sí, cuando ellos ganen dinero ya te pagarán a ti el resto de la factura).
Lo he visto más de una vez: gente que emprende con dinero ajeno, deja deudas por donde pasa y, cuando todo se viene abajo, desaparece. Si quieres un consejo, evita convertirte en este tipo de emprendedor.

6
El que tiene un oficio y se monta por su cuenta
Este es el perfil más tradicional. Es el emprendedor que tiene un oficio, ya sea una psicóloga que trabaja de forma online, una peluquera, un diseñador gráfico o cualquier otro, y decide montar su propio negocio.
Lo respeto mucho porque, aunque no siempre son los más innovadores, saben muy bien lo que hacen y aportan valor de manera constante. Son los que convierten su conocimiento en un servicio que tiene demanda. Hoy en día, con las facilidades que existen para montar un negocio en internet, cada vez más profesionales liberales se lanzan a emprender.

7
El roba-clientes
Este tipo de emprendedor tiene un método que a muchos no les gusta, pero que a veces es la única opción que tiene. El roba-clientes es el que trabaja en una empresa, se da cuenta de que no lo valoran y decide montar la suya propia llevándose a los clientes.
A primera vista, puede parecer poco ético (evidentemente habrá casos y casos), pero si te paras a pensarlo, si es él quien ha hecho el trabajo y ha construido las relaciones, ¿por qué no debería llevárselos? Este tipo de emprendedor lo arriesga todo para lanzarse por su cuenta.

8
El que no sabe qué hacer con su vida
Este tipo lo he visto mucho últimamente. No tienen claro qué hacer con su vida, así que montan un negocio porque parece la salida más fácil. A veces es un bar, otras veces es una tienda de vapers o cualquier cosa que esté de moda en el momento.
El problema aquí es que emprender no es fácil. Si lo haces sin pasión o sin una buena planificación, las probabilidades de que salga mal son muy altas.
El hecho de abrir un negocio solo porque no sabes qué hacer con tu vida no suele ser la mejor idea.

9
El que tiene dinero y lo quiere “invertir” a ver qué pasa
Dinero llama a dinero, o al menos eso es lo que creen muchos emprendedores con recursos. Este tipo monta un negocio no porque le apasione, sino porque tiene el capital para hacerlo. He visto gente que se lanza a abrir un hotel o a invertir en una idea de negocio loca solo para ver qué pasa.
El problema aquí es que muchas veces estos proyectos carecen de una visión clara. Tener dinero no es garantía de éxito si no sabes cómo gestionarlo. Sin embargo, algunos de estos experimentos, contra todo pronóstico, terminan funcionando.

10
El franquiciado
El franquiciado es el emprendedor que decide seguir una fórmula ya probada. En lugar de crear algo desde cero, opta por invertir en una franquicia.
Este tipo de emprendimiento tiene muchas ventajas: te ahorras el trabajo de construir una marca desde cero y tienes un modelo de negocio predefinido. Pero, al mismo tiempo, limitas tu creatividad, ya que debes seguir las reglas de la franquicia.
Es un camino más seguro, pero no apto para los que buscan innovar.

Cierra el círculo: ¿Qué tipo de emprendedor te define?
Como puedes ver, el mundo del emprendimiento es tan diverso como los propios emprendedores. Cada tipo tiene sus peculiaridades y, aunque algunos perfiles pueden parecer más atractivos que otros, lo importante es entender quién eres tú dentro de esta clasificación. Como mencioné antes, puedes sentirte identificado con más de un tipo y eso está bien. Lo importante es saber qué te motiva y qué es lo que te hace avanzar.
Emprender no es fácil, pero si tienes claro qué tipo de emprendedor eres (o quieres ser), podrás aprovechar tus fortalezas y evitar tus debilidades. Así que, ¿te identificas con alguno de estos perfiles? Si te ha servido esta clasificación, no dudes en compartirla y, si estás pensando en montar tu propio negocio, ya sabes que estoy aquí para ayudarte en la parte online.
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